Actas y ordenanzas de Baza

En los años 80 del pasado siglo se adquirieron por compra el Primer libro de Actas de Cabildo de Baza (1492-1495) y las Ordenanzas de Baza (1533). Ambos fueron ofrecidos junto a otros documentos a este archivo. Estos libros, fueron creados en Baza e ignoramos en qué fecha pudieron haber desaparecido del Archivo Municipal de dicha ciudad.

El estado, en el momento de su adquisición, era de deterioro absoluto: cubiertas destruidas y cuadernillos descompuestos, desordenados y rotos, todo por la acción de microorganismos, roedores, humedad, mala manipulación, etc.

En 1997, se enviaron a restaurar en todas sus partes a un taller especializado en el que fueron sometidos a operaciones de sustitución de cubierta, limpieza del papel, resanación y reintegración de las partes dañadas o que no existían ya, recomposición de los cuadernillos, cosido y encuadernación.

En el año 2017 fueron digitalizados por la Diputación Provincial como medida de conservación y seguridad. Finalmente, en octubre de 2021 se ha formalizado la cesión de los mismos al Ayuntamiento de Baza.

Las actas capitulares son los documentos más representativos de la gestión y administración de los concejos y ayuntamientos castellanos. Documentos de régimen interior, eran expedidos por los órganos de gobierno locales y en ellos se recogen las decisiones y actuaciones de los cargos relativas a la administración del concejo, todo lo sucedido en las reuniones de Cabildo. En ellas el escribano transcribe y va dejando constancia de todo lo acordado, resuelto o actuado por el Concejo en sus ayuntamientos.

Las ordenanzas representan la segunda etapa de la legislación local. Desde el último tercio del siglo XIII, junto a la legislación general, aparecen normas concretas que regulaban diferentes aspectos de la vida municipal. Podemos pues, definir las ordenanzas como preceptos jurídicos establecidos por las corporaciones locales de derecho público, en el marco de la autonomía que les es conferida por la ley, preceptos orientados a regular las actividades de la ciudad. Las redacta el concejo y una vez aprobadas, se remiten al Rey para que éste dé su consentimiento.