
Los cuentos no sólo se leen, los cuentos se escuchan, se chupan, se tocan, se lanzan y pueden convertirse en un juguete más, y así introducirlos a muy temprana edad en el cotidiano del bebé.
Las historias no sólo se cuentan, las historias pueden vivirse y ser transformadas. Sus personajes hablan y se expresan jugando, las escenas se recrean mediante sonidos, texturas, espacios, luces…
¡Os invitamos a sumergiros en los cuentos a través de escenografías de juego!