Dirige: Juana Molero
La comedia nos presenta una crítica a las costumbres y usos de la sociedad burguesa parisina del siglo XVII. Dicha crítica presenta en “El enfermo imaginario” dos frentes bien distintos. De un lado, referida a las prácticas médicas, arrastradas desde siglos atrás, que niegan los avances de la ciencia al tiempo que pretenden impedir el desarrollo de éstos. De otro, demuestra una clara rebeldía a los matrimonios de conveniencia, tan frecuentes a lo largo de toda la historia, especialmente en clases pudientes. Toda la acción se desarrolla en medio de una sociedad clasista, repleta de hipocresía, en la que el autor pretende, a través del humor y una finísima y elegante ironía, cambiar usos y costumbres de la época.