En el ocaso de la era soviética, en 1987, en el pueblo Gorki, donde Lenin pasó sus últimos días, fue inaugurado el más grande y ambicioso museo del líder de la revolución. Poco después de que el museo empezara a funcionar a pleno rendimiento, la Unión Soviética dejó de existir. El museo pasó por una época de olvido pero hoy en día sigue abierto como antes. Su personal, fiel a la causa de Lenin, espera que vuelvan los días buenos del pasado.